¿Por qué Navarra por la Palma?





VER MORIR LAS RAÍCES 

 

 El Volcán Cumbre Vieja de La Palma comenzó su erupción el 19 de septiembre de 2021. Durante un largo mes y medio, mi familia y yo soportamos diariamente la angustia por saber si una de las muchas coladas que el cráter “vomitaba” acabaría engullendo nuestra casa. El 3 de noviembre así lo hizo. Con ella morían, también, ilusiones, recuerdos y un sinfín de emociones vividas y compartidas allí.

 Para mí era una segunda vivienda, lo cual no resta dolor por su pérdida. Pero el verdadero drama lo vivían -y lo siguen viviendo- los miles de palmeros y palmeras que han visto cómo la lava “comía” sus viviendas, sus huertas, sus plataneras… sus vidas, sueños y raíces.

 Mientras tanto, los políticos auguraban la llegada de numerosas ayudas, subvenciones, amparo, protección, asistencia, todo ello envuelto en vacías palabras… y se retrataban en muchas, muchas fotos.

 Casi dos meses después, nada de ello ha llegado a las familias damnificadas. Subsisten gracias al cariño y al apoyo de familiares y amigos, además de por las donaciones efectuadas desde el buen corazón de muchas personas de nuestro país.

 Por ello, desde estas líneas, me atrevo a pedir vuestra solidaridad y generosidad para que los habitantes de la Isla Bonita puedan recomenzar sus vidas sintiendo la cercanía de todos nosotros.

 Me llamo Ana Cristina Oria Iriarte. Preferiría permanecer en el anonimato, pero si quiero contar con vuestra colaboración considero que debéis saber quién está detrás de esta iniciativa. Por supuesto, la mayoría no me conoceréis, así que si os surge cualquier duda estaré encantada de responderos en el teléfono: 658 138 765. También podéis llamar, preguntado por Manuel Díaz, a la Delegación de Misiones del Arzobispado de Pamplona y Tudela: 948 227 400

 Esta Campaña de solidaridad está coordinada directamente con el párroco de San Pío X de La Palma.

 Un abrazo agradecido.